Historia del pueblo
El término de Ares ha sido un enclave habitado desde hace miles de años, ya a la prehistoria nuestros antepasados nos dejaron un magnífico legado en los barrancos del término, llenos de pinturas rupestres. Especial mención merecen las de la Cueva Remígia en el Barranco de la Gasulla, considerada la capilla sixtina del Neolítico. Estas pinturas fueron declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO el año 1998 conjuntamente con el resto de arte rupestre levantino.
Los primeros restos de asentamientos propiamente dichos los encontramos en la "Cova Fosca", donde todavía hoy continúan las investigaciones de los arqueólogos.
El origen del nombre del pueblo
El topónimo Ares se repite con cierta frecuencia desde Pirineos a la comarca del Comtat. En todos estos lugares aparece alrededor de un paso de montaña. Por eso es por lo que la hipótesis más probable del origen etimológico de la palabra Ares sigue el de aras que en latín significaba altar. Es sabido que los romanos acostumbraban a hacer ofrendas a Mercurio y otros dioses cuando pasaban un puerto de montaña, de hecho en algún de estos lugares todavía hoy hay alguna ermita, como por ejemplo al puerto de la Bonaigua (Pallars Sobirà) donde encontramos la "Mare de Déu d'Ares".
Muestra de esto es el número de "colls d'Ares" que podemos encontrar, entre Camprodon y Prats de Molló, al límite norte del Capcir (término de Puigvalador), en el Alt Urgell entre los términos de Cabó y la Guàrdia d'Ares, entre Lavansa y Cambrils en el Solsonés, entre los valles de Cardós y Àneu al Pallars Sobirà, a orillas del Turbó entre los términos de Les Viles y el de Abella, en la sierra del Montsec entre Àger y Alsamora, en la comarca del Comtat en Ares del Bosc y también en algún otro lugar al norte de los Pirineos.